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Una figura clave

El agente de aduanas o agente aduanero es un representante legal con gran responsabilidad en la correcta importación y exportación de mercancías. Su formación específica le permite actuar en lugares como puertos marítimos y aeropuertos, allí donde el comercio precisa de una persona que regule eficazmente la sección administrativa y legal en nombre del importador/exportador.

Esta es su labor específica, aunque no única, revisar y conocer al detalle el contenido con el que se comercia, determinar su legalidad o no, dar cuenta y pagar todos los trámites ante las autoridades aduaneras; en resumen, labores administrativas y legales que posibiliten un correcto y fluido tráfico de mercancías legales. Esta es su actividad principal y común.

Su actuación es ampliamente presencial, hasta tal punto que debe revisar las mercancías y personarse en cualquier requerimiento relacionado con los contenedores o negociación en aduanas. He aquí un detalle que no ha de menospreciarse en su formación y posterior actividad, la buena presencia y disponibilidad al trabajo en equipo. El agente de aduanas no se queda en la distancia, manejando exclusivamente el papeleo, sino que su tarea implica cercanía y trato personal.

Así, podríamos presentar, en un sucinto pero suficiente vistazo, la figura del agente de aduanas:

– el conocimiento teórico de las leyes y su aplicación concreta (ya para permitir ya para detener)
– el control de los productos con los que se comercia (declarando si su movimiento internacional es legal o no)
– el pago debido en aduanas y la puesta al día de toda la documentación requerida por las autoridades portuarias
– la disponibilidad para estar en contacto con otros profesionales del sector en orden a una correcta distribución de mercancías
– en posibles escenarios donde se le requiere, la presencia física como representante del importador/exportador que le ha contratado

Situaciones posibles de actividad complementaria

Lo importante para el vendedor/comprador es que la mercancía salga y llegue a destino satisfactoriamente. Labores complementarias de su representante son las de revisar embalajes y medios de transporte, contratar seguros y hacer frente a los obstáculos administrativos y físicos durante la travesía de los productos.