Un incoterm es un término de aceptación universal, utilizado para cualquier operación o transacción comercial y que define las relaciones entre el exportador e importador.
Regula tanto lo que se refiere a los desembolsos que tienen que afrontar las partes como parte de este proceso mercantil, como el propio transporte de las mercancías o productos. Desde el preciso momento de su salida y hasta que llega a su destino. Normalmente, se realizan para trayectos largos, que requieren de varios días de duración, con cualquier clase de incidencias que puedan afectar a las mercancías, siendo muy común en todas las operaciones de exportación e importación. Pero con una particularidad muy bien definida y es que su uso será exclusivamente para el transporte marítimo y por extensión también al fluvial. En definitiva, definirá las relaciones de las partes involucradas en este proceso comercial.
Relaciones entre compradores y vendedores
Al referirse al incoterm CIF, es necesario precisar algunas matizaciones, que serán muy importantes para los intereses de los exportadores e importadores. No en vano, las siglas CIF están vinculadas a este concepto comercial que se refiere fundamentalmente a todas las operaciones de compraventa que se generan en el comercio internacional. Es de gran importancia debido a que es uno de los más utilizados en el mundo para transportar cualquier clase de mercancía y a los lugares más alejados.
Pues bien, el CIF está representado por tres conceptos que serán muy fáciles de asimilar: costes, seguros y fletes. A través de todos ellos se determinará que el vendedor se encargue de la entrega de la mercancía (cualquiera que fuese su naturaleza), en el barco o buque en el propio lugar de origen del trayecto comercial. Con una finalidad muy definida y que no es otra que transportar la carga hasta el lugar de destino. En donde estas tres variables correrán a cuenta suya, aunque con variantes que es necesario precisar. Se refiere a que normalmente la póliza solamente cubre las coberturas mínimas, pero con la finalidad de que este producto asegure todas las contingencias, no le quedará más remedio a la otra parte (comprador), que ampliar las garantías del seguro.
De esta forma, la integridad de la mercancía estará confirmada en todo momento durante el trayecto. No en vano, si por cualquier circunstancia, la carga transportada fuese dañada, sería el importador el responsable de esta incidencia. Mientras que también tendría que abonar todos los gastos generados hasta que llegan al punto de destino.